Plug de acero quirúrgico con Esmalte. Para lóbulos de oreja estirados. Con cierre de rosca.

El acero quirúrgico 316L se empleaba originalmente sobre todo para implantes (por ejemplo para articulaciones artificiales). Hoy en día constituye el material más importante para los piercings. Impresiona por su superficie extremadamente brillante con apenas irregularidades. El acero quirúrgico es además muy resistente a arañazos. Sin embargo, no se debe utilizar el acero quirúrgico para la primera vez, puesto que contienen una parte de níquel que puede aflorar con las sales de la herida de una piel perforada recientemente. (Recomendamos para el uso de primera vez: Titanio G23 o bioplast). En los piercings totalmente curados se puede llevar el acero cirujano sin el menor de los temores, ya que no dejará níquel, siendo las alergias absolutamente raras.

Por esmalte se entiende una masa de cristal de silicatos, como la arena cuarzosa, la sal de potasio, el bicarbonato de sodio y la cal. Esta masa viene deshecha a temperatura elevada como una cobertura sobre metal o cerámica. Se puede variar también el color, la transparencia y la lucidez de la superficie con aditivos particulares. Así los esmaltes de joyería pueden ser opacos o transparentes. En el caso de los opacos, ya no se puede ver la superficie de metal sobre la cual se puso la capa de esmalte, sin embargo en los transparentes ocurre lo opuesto, o sea, el fondo de metal brilla y se deja ver.